En 2020 habrá cerca de 50.000 millones de dispositivos conectados, según las estimaciones de la consultora Gartner. El desarrollo IoT (Internet de las Cosas) está cambiando nuestra vida cotidiana e impactará aún más en el futuro monitorizando absolutamente todo lo que hacemos. Como consecuencia de esa realidad, donde todo estará conectado, el resultado es una gran explosión de datos que necesita hoy de tecnología más rápida. Es decir: a medida que crece el número de dispositivos se complica aún más el envío de información y, sobre todo, que ésta llegue a los centros de datos con la calidad suficiente para ser procesada. ¿Qué hacer entonces?

Los beneficios del Edge Computing

El llamado Edge Computing es para muchos la pieza clave para que los dispositivos que nos rodean sean más listos y sobre todo más rápidos en los próximos años. En realidad esta tecnología lo que viene es a agilizar el flujo de tráfico de los dispositivos IoT al trasmitir menos información desde los dispositivos locales a los centros de datos o la nube, reduciendo los cuellos de botella en el trafico de de datos. Su misión es reducir el volumen de datos. Por decirlo de otra forma, el Edge Compputing permite que los datos se procesen más cerca del lugar donde se crean de tal manera que los dispositivos conectados, además de recopilar información, tengan capacidad para procesar los datos que se generan.

Todo esto lleva a poder realizar un análisis de datos en tiempo real, simplificando, así, la cadena de comunicación, lo que da como resultados análisis más cercanos a la realidad y también más certeros.

Los beneficios de esta tecnología se podrían resumir en siete:

  • Reduce la brecha entre los datos y sus usuarios
  • Hace la nube más versátil para integrarse con otros servicios en evolución
  • Ayuda a las empresas a aprovechar un mejor nivel de eficiencia con los grandes datos
  • Convierte el análisis de datos en tiempo real en una realidad.
  • Menores costes operativos
  • Rendimiento mejorado de las aplicaciones
  • Tráfico de redes reducido

Hacia una mayor conectividad y autonomia

El Edge Computing nace como respuesta ante la avalancha de datos y flujo de información que manejamos a diario, haciendo que éstos se puedan gestionar de forma eficiente y, para ello, dota a los dispositivos de la inteligencia necesaria para saber qué información descartar y cuál es relevante para ser enviada, reduciendo, así, la cantidad de información que viaja por la red, consiguiendo mejorar el rendimiento de las aplicaciones. Es decir: la información se puede procesar en el mismo sitio que se genera.

Ahora mismo se calcula que menos del 40 por ciento de la información que se origina en un dispositivo IoT llegará bien al centro de datos para su proceso.

La filosofía que hay detrás de esta nueva tecnología no es otra que la de construir una mayor conectividad y lograr una mayor autonomía en la gestión y el procesamiento de los datos.

Menos del 40% de la información de un dispositivo IoT llegará bien al centro de datos Share on X

En realidad, para muchos el Edge Computing proporciona un rendimiento mejorado del Cloud Computing a los usuarios que piden más agilidad y son cada vez más móviles, generando un acceso a la información de forma casi inmediata. Por lo tanto, ante los pronósticos de falta de ancho de banda para gestionar la explosión de datos en el futuro, el Edge Computing es para muchos la vía más idónea de reducir la cantidad de información que se envía desde los dispositivos IoT, mejorando la carga de las infraestructuras. Además propicia resultados tan valiosos para las compañías como el incremento de la productividad, la reducción de tiempos muertos, una mayor experiencia de cliente y fundamentalmente, logra un mayor conocimiento de lo que está ocurriendo debido a la inmediatez en el procesamiento de los datos.

Muchos fabricantes TI señalan ya a esta tecnología como una oportunidad frente al auge de información que circulará por la red, pero para otros el Edge Computing es más bien una necesidad en el procesamiento de datos futuros. El tiempo dirá…